Los problemas odontológicos son comunes entre muchas personas con diversidad funcional. Por este motivo, la atención en salud bucodental para estas personas supone un reto que requiere medidas de prevención, conocimiento técnico específico, especial sensibilidad, e implicación de las familias y las personas cuidadoras en los tratamientos y el desarrollo de hábitos de higiene.
Como vimos en un artículo anterior, las personas con diversidad funcional sufren a menudo problemas odontológicos. Estos se deben principalmente a la dificultad para desarrollar y mantener hábitos de higiene bucodental regulares y a las dietas cariogénicas, que favorecen la aparición frecuente de trastornos como caries, gingivitis, periodontitis o halitosis o mal aliento. Y esto propicia que la atención en salud bucodental a las personas con diversidad funcional adquiera una especial relevancia.
Por este motivo, es muy frecuente que estas personas precisen de atención odontológica en edades tempranas, tanto a nivel de empastes dentales en los casos de caries, como de limpieza dental o de raspado y alisado radicular (RAR). El RAR es una técnica que se utiliza para eliminar sarro, placa bacteriana y pigmentaciones, además de otros depósitos orgánicos que se encuentran en la superficie dental, tanto a nivel supragingival (sobre el diente y por encima de la encía), como a nivel subgingival (sobre el diente y por dentro de la encía).
La principal diferencia entre las estas intervenciones es a nivel de la posible molestia que se ocasiona a los pacientes. Mientras que la limpieza dental se realiza sobre el cuello dental, los espacios interdentales y la línea de la encía, el raspado y alisado radicular se lleva a cabo en la parte interna del periodonto, por debajo de la mencionada línea, y a menudo requiere el uso de anestesia local para llevar a cabo la intervención.
También es frecuente que nos encontremos ante la necesidad de abordar la colocación de prótesis debido a la pérdida prematura de piezas dentales. O la corrección de maloclusiones derivadas del deficiente desarrollo del macizo facial, como a menudo encontramos en personas con síndrome de Down, en los que el crecimiento óseo también se ve limitado por el bajo tono muscular.
La necesaria especialización en la atención
Como es natural, llevar a cabo estos tratamientos a personas con diversidad funcional a menudo reviste una especial complejidad. Nos encontramos muy a menudo con episodios de ansiedad ente la dificultad para entender la necesidad de la intervención, o a dificultades o alteraciones en la movilidad que dificultan el trabajo del odontólogo.
Bien sea desconocimiento de su especial idiosincrasia o por temor a causar daño a los pacientes, demasiado frecuentemente nos encontramos con odontólogos que optan por soluciones extremas como las extracciones de piezas dentales cuando todavía existen alternativas conservadoras, que permitirían a los pacientes mantener sus propios dientes.
Resulta habitual también encontrarnos en situaciones en las que los profesionales no disponen del conocimiento o recursos para afrontar y gestionar situaciones como el rechazo, la ansiedad o los episodios convulsivos. Un aspecto que conlleva que muy a menudo se produzca un rechazo por parte de los profesionales y derivaciones hacia otras especialidades médicas que no garantizan que estas personas reciban la atención que merecen.
Dos claves: sensibilidad y creatividad
Por estos motivos, en Lura Care reivindicamos que la atención de estas personas debe llevarse a cabo asumiendo dos compromisos irrenunciables: el conocimiento técnico especializado para el adecuado abordaje terapéutico de las dolencias, y una especial sensibilidad para entender y gestionar las complejidades de las intervenciones necesarias.
Ser capaces de integrar a los familiares y las personas cuidadoras en los tratamientos, imaginar nuevas soluciones a los problemas, y ser creativos en el desarrollo de tratamientos conservadores que preserven en lo posible los dientes naturales, son elementos clave para garantizar la óptima atención en salud bucodental que las personas con diversidad funcional merecen.
Prevención y educación para una buena salud oral
Y es también fundamental desarrollar programas de prevención y educación en higiene y salud bucodental específicos dirigidos a estos colectivos, en los que de nuevo debemos contar con la implicación de las familias y las personas cuidadoras, sin las cuales no será posible crear los hábitos necesarios por parte de los pacientes.
Porque si bien la atención bucodental de estas personas ha experimentado cierta mejora a lo largo de los últimos años, aún queda mucho trabajo por hacer. Y desde Lura Care asumimos el compromiso de poner todo nuestro empeño en el desarrollo de una atención en salud bucodental especializada, y en lograr que todas las personas con diversidad funcional disfruten del derecho universal a una sonrisa sana.